Llamamiento Europeo por la Dignidad.
La Federación internacional de Derechos Humanos, la Asociación
Europea de Derechos Humanos, las Ligas de Derechos Humanos de Bélgica y
Francia y la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía, hemos lanzado
un llamamiento Europeo que pretenden sirva para ejercer presión sobre la
UE.
Ceuta y Melilla: La UE
declara la guerra a los migrantes y a los
refugiados.Una Tribuna de organizaciones
miembros de la red Migreurop firmada entre otros por la Apdha, declara
que la UE desde hace varios años está involucrada en una guerra larvada
contra los emigrantes, y ahora, en su frontera meridional, ha franqueado
el listón de la guerra abierta. Con ello abandona toda ambición de
pensar la mundialización y la relación Norte-Sur de otra manera que no
sea desde una perspectiva utilitarista y de muy corto
alcance
El
miedo.Carlos Ordóñez de SOS Racismo Guipúzcoa
nos dice que “da miedo el negro que viene. Da miedo que quiera saltar la
valla, que sangre. Da miedo que tenga hambre, que huya de la muerte, da
miedo. Y nos da miedo porque nos cuentan cuentos que son mentiras.
Cuentos cómplices del horror”.
Buscan vida y Europa les de
muerte.El caos producido por las multinacionales
está llevando a África hacia el genocidio. Hubo ocasión de
considerarlo en la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas.
Gobernantes como G. Bush, con carrera política pagada por
multinacionales que operan en África, hicieron fracasar todo intento de
afrontar con radicalidad el creciente problema de la pobreza.
Jesús Roiz, de la Apdha de Sevilla.
Pagar al verdugo.La editorial de
la próxima revista Mugak insiste en que el gobierno español,
jaleado en esa dirección por partidos y medios de comunicación, ha
encontrado la solución: pagar al verdugo para que se encargue de ese
mismo trabajo. Porque ése es el papel de Marruecos en esta
historia.
Crónica de
Larache.Durante los días 29 de septiembre y 1 y
2 de Octubre estuvimos con Chabaka en Larache. Unas Jornadas sobre
Migración y Derechos Humanos era el motivo para vernos, conocernos más y
seguir trabajando juntos. Nuria Sepúlveda, de la Apdha de Cádiz, nos
cuenta como vivió las Jornadas
Sentencia del Tribunal
Constitucional.El Tribunal Constitucional, acaba
de hacer pública su sentencia por la que considera que la Audiencia
Nacional es competente para juzgar los casos de genocidio en Guatemala.
La Apdhe, que ha formado parte desde el comienzo en el procedimiento, ha
hecho público un comunicado que reproducimos.
Están previstas movilizaciones en varios puntos del país. La APDHA
ha convocado en Cádiz, Campo de Gibraltar y Almería.
La Europa-fortaleza va directa contra el muro
de la vergüenza
Cada día, inmigrantes venidos de África mueren en las
fronteras de Europa por haber tenido la osadía de creer que allí podrían
vivir en paz y dignidad.
En Ceuta, en Melilla, la situación ha
llegado a un limite intolerable: un muro de alambrada se eleva
entre la Unión Europa y África, y aquellos que lo custodian no dudan en
disparar, e incluso matar, para impedir que sea atravesado.
En
Marruecos se ha organizado una verdadera caza de brujas. Niños, mujeres,
hombres, sedientos y famélicos, son cercados y abandonados en pleno
desierto.
¿No resulta intolerable que la Unión Europea reniegue así
de su obligación moral de, al menos, escuchar la petición de aquellos
que vienen buscando asilo? ¿Cómo es posible un tratamiento semejante?
¿Cómo, con el pretexto de regular los flujos migratorios, la política de
la Unión Europea puede conducir a España a cerrar sus fronteras,
levantando un muro como si estuviera asediada por un enemigo peligroso?
¿Cómo la Unión Europea se atreve a descargar sus responsabilidades
en «Estados-tapón», como en este caso Marruecos, al que consiente, sin
inmutarse, que envíe a los inmigrantes a la muerte? Por intentar
penetrar en el territorio de la Unión Europea, han recorrido a pie
centenares de kilómetros, arriesgando su único bien, su propia vida.
¿Cómo va a ser aceptable que aquellos que huyen de la pobreza, la guerra
y los conflictos políticos no encuentren otra respuesta que la
represión, por no decir la muerte, cuando intentan, en un último salto
colectivo, atravesar el muro de alambrada que se eleva entre ellos y la
libertad?
Esta situación, tan absurda como inhumana, que da semejante
imagen de Europa y que a diario muestran las televisiones, debe cesar de
inmediato. Nosotros, ciudadanos europeos, rechazamos tener vergüenza de
la Unión Europea.
A día de hoy, exigimos
solemnemente:
· Al Gobierno Español, a los Gobiernos de los
Estados miembros de la Unión y a la Comisión Europea,
que terminen
con estas violaciones masivas y reiteradas de los Derechos Humanos,
consecuencia de una política de inmigración de encerramiento y de
externalización que no lleva mas que a un punto muerto y a la
violencia;
· Al Gobierno Marroquí,
que ponga término a sus
practicas asesinas respecto a aquellos que transitan por su territorio
con el único objetivo de encontrar en Europa una solución a su
miseria;
· A la Unión Europea,
que adopte y aplique, sin mas
dilación, una verdadera política de asilo e inmigración, respetuosa de
los derechos, de la integridad física y de la dignidad de las
personas.
También los inmigrantes tienen el derecho a ser tratados en
el respeto de las Convenciones Internacionales: los Derechos Humanos son
indivisibles y se aplican a todos.
Asociación Europea de Derechos Humanos
Federación
Internacional de Derechos Humanos
Liga Derechos Humanos
Francia
Liga Derechos Humanos Belga (francófono)
Asociación Pro
Derechos Humanos de Andalucía
Tribuna
Involucrada desde hace varios años en una guerra
larvada contra los emigrantes, la Unión Europea ha franqueado ahora, en
su frontera meridional, el listón de la guerra abierta. En varios días,
más de diez personas han muerto por bala intentando cruzar la frontera
entre Marruecos y los territorios españoles de Ceuta y Melilla. Otras
decenas han resultado gravemente heridas, y varios centenares fueron
desplazados y abandonados, sin agua ni comida, en el desierto del
Sahara. Para intentar contener "la invasión" de los que solo se designan
como "clandestinos", se erigen muros cada vez más altos y se establecen
dispositivos cada vez más sofisticados para proteger del enemigo
subsahariano estos islotes de Europa en la tierra africana.
Si las
balas son disparadas por la policía marroquí, lo cierto es que es la
Unión Europea quien proporciona las armas. Se trata de una división del
trabajo impuesta por Europa, en el marco de la externalización de su
política migratoria, que consiste en hacer asumir por sus vecinos
cercanos -al sur, los países del Magreb, Mauritania y Libia- la
protección de sus fronteras. Los emigrantes son los rehenes de esta
subcontratación de la violencia. Practicando una apertura selectiva,
reservada a la inmigración "elegida" que necesita su economía, los
Estados miembros de la UE, para evitar tener que acoger aquéllos que
denominan "inmigración sufrida" (los solicitantes de asilo, los
refugiados y más generalmente todos los que huyen de la miseria, las
catástrofes medioambientales y los conflictos), están dispuestos a todo
tipo de negaciones. Por ejemplo a decretar como "seguro" un país como
Libia, donde la detención arbitraria de extranjeros, las expulsiones
masivas y los malos tratos son moneda corriente, con el fin de poder
rechazar por charteres enteros a las personas que llegan en botes a la
isla de Lampedusa, como lo hace regularmente Italia. O también a
transformar a Marruecos en una auténtica trampa donde se retienen, bajo
constante represión policial y en condiciones infrahumanas, millares de
africanos en tránsito sin preocuparse de su suerte cuando necesitarían
protección internacional.
Del otro lado, los países que constituyen
esta zona-tampón que Europa necesita saben hacer aumentar su cotización.
Al dejar partir a propósito desde sus costas a los exiliados hacia
Sicilia, Libia supo negociar la supresión del embargo sobre las armas,
la construcción de varios campos de emigrantes sobre su suelo y un
compromiso financiero de la UE para proteger sus fronteras al sur. Hoy
en día, al instrumentalizar la desesperación de los subsaharianos por la
difusión de imágenes espectaculares de los "asaltos" contra las defensas
de los enclaves españoles, Marruecos ejerce presión sobre sus socios del
norte para obtener una mayor ayuda de Europa. Método eficaz: menos de
una semana después de los primeros tiros contra cinco emigrantes en
Ceuta, el comisario europeo Frattini prometía desbloquear 40 millones de
euros a Rabat para apoyar los esfuerzos del país en su lucha contra la
inmigración clandestina.
Mientras que la ONU, por la voz de Koffi
Annan, llama a la UE a "mayor humanidad" en su tratamiento de los
emigrantes y el Alto Comisariado para los Refugiados (ACNUR) murmura
tímidamente que los convenios internacionales sobre la protección de los
refugiados deben respetarse, la Comisión Europea persiste en la
hipocresía y se prepara para militarizar un poco más su política de
asilo e inmigración.
Si más de 6.500 personas han muerto estos
últimos diez años intentando cruzar las fronteras marítimas y terrestres
entre Marruecos y España, sería, según nos explican, por falta de
coordinación e integración de estas políticas. Para poner remedio, está
previsto "profundizar en la colaboración euromediterránea", es decir,
reforzar los dispositivos operativos en las fronteras, multiplicar las
patrullas policiales, aumentar los muros y cavar fosos más profundos.
Pues, nos dicen, se trata de conseguir al mismo tiempo que la fortaleza
sea "insuperable" e "inofensiva" para los que pretenden escapar de las
consecuencias más dañinas de los desequilibrios Norte-Sur. Se pensaba
que el mito de la guerra limpia había acabado, pero no es el caso cuando
se trata de ocultar las consecuencias macabras de una política
presentada como destinada a proteger de ellos mismos a los emigrantes y
candidatos al asilo.
Temiendo que las violaciones repetidas de los
derechos humanos terminen por crear alarma social, los Estados europeos
pretenden en paralelo empujar siempre más lejos las fronteras de su
violencia institucional. En la línea de la Comisión Europea que
preconiza la asociación con los Estados fronterizos para la creación de
"zonas de protección regionales" para los exiliados, el Ministro francés
de Interior acaba de proponer una cogestión tripartita (Libye-UE-HCR) de
campos de refugiados instalados en el desierto sahariano. La selección
de los candidatos al asilo o a la inmigración podría así hacerse mucho
antes de llegar a las fronteras europeas, lejos de las miradas de la
opinión pública y de los medios de comunicación.
En vez de basarse en
los derechos fundamentales para avanzar en "la inserción armoniosa de
los países en desarrollo en la economía mundial", como lo prevé su
Tratado fundador, los Estados de la UE han elegido esquivarlos para
protegerse de los más pobres. Las muertes de Ceuta y Melilla son así las
víctimas emblemáticas de una Europa que abandona toda ambición de pensar
la mundialización y la relación Norte-Sur de otra manera que no sea
desde una perspectiva utilitarista y de muy corto
alcance.
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Abderrahmane Essaadi (Andalucía
Acoge, Espagne), Nathalie Ferré (GISTI, France), Laurent Giovannoni
(CIMADE, France), Khalil Jemmah (AFVIC, Maroc), Rafael Lara (APDHA,
Espagne), Filippo Miraglia (ARCI, Italie), Said Tbel, (AMDH, Maroc), Dan
Van Raemdonck (Ligue des droits de l’homme, Belgique) son miembros de la
red MIGREUROP (
www.migreurop.org).
Carlos Ordóñez, SOS Racismo Guipúzcoa
Da miedo el negro que viene. Da miedo que quiera saltar la valla,
que sangre. Da miedo que tenga hambre, que huya de la muerte, da miedo.
Y nos da miedo porque nos cuentan cuentos que son mentiras. Cuentos
cómplices del horror. Mentiras dibujadas con “avalanchas”, “asaltos
masivos”. Antes era que nos venían a “robar el trabajo”. Ahora,
simplemente que son “ilegales”. Demasiado dolor, demasiada falacia,
demasiada indignación.
De repente nos hemos enterado de que en
África (que es un continente, no un país) los supervivientes se empeñan
en no morir. Insisten en aferrarse como sea a la vida, saltando vallas,
subiendo a barcazas, rogando a Dios…
De pronto, los medios de
comunicación se hacen eco de lo silenciado. En África (continente
robado) hay guerras, hay hambre. Pero ¿y las causas? ¿Por qué cuesta
tanto encontrar las razones? ¿Por qué no nos dicen que cuantos más
recursos naturales hay en un país, más expoliado por las multinacionales
es y más se empobrece a sus habitantes? ¿Por qué no nos cuentan que
desde el norte se roba el petróleo, los diamantes y se hacen
experimentos con basuras contaminadas y con el alma de sus habitantes?
¿Por qué no nos dicen que importan más los intereses económicos de la
industria farmacéutica que la salud de la gente? ¿Quién no sabe que no
son países pobres, sino empobrecidos por el norte y maltratados por
políticos locales criminales y corruptos que se ponen y se quitan desde
oficinas del norte?
Y de esa muerte huyen. No vienen, los pocos que
llegan porque les guste nuestro clima. No vienen porque renieguen de sus
familias, sus paisajes, su África querida. Vienen con el dolor de
abandonarlo todo. Así que aquí qué es una valla cuando lo único que
quieren es trabajar y enviar dinero a sus desesperados familiares. Qué
es una valla después de meses, años de caminar. Cuando se huye de la
muerte lenta poco miedo da la muerte rápida.
Pero la Europa del
bienestar sí tiene miedo. Y la gaviota carroñera del Partido Popular
revolotea buscando votos entre ese temor pre-fabricado. Rajoy se muestra
a favor de las expulsiones inmediatas, “por pedagogía”. Y el gobierno de
Zapatero es “pragmático”, y se permite el lujo de dar ahora clases de
“trato humanitario” a una monarquía criminal que lleva décadas
asesinando sin pudor. Ahora, cuando la sangre llega hasta nuestros
salones, cuando salpica al Partido Socialista, incomoda. El problema no
lo queremos a este lado de la valla. Por eso se apalea “negro vete
pa´tras que te doy con esto en la cabeza” dice el guardia civil. Y
entonces, lo que da miedo es que eso se vea y se oiga en televisión. Y
el miedo del servidor público da patadas con sus botas y nuestros
impuestos a un ser humano maniatado y tirado en suelo muy español. Y se
ponen más vallas y se suben más metros. Y aumenta el miedo.
Y para no
disparar aquí, se exige al otro lado de la valla que se encarguen ellos,
pero que los disparos se hagan con silenciador, que hay demasiado mirón,
demasiada televisión. Y se devuelve al que ha cruzado sabiendo que se le
lleva al desierto. A miles de kilómetros. A morir con silenciador.
Esperamos que nuestra indignación no lleve también silenciador para
así arrancar con energía y decisión esa valla de miedo criminal y
racista.
Jesús Roiz, Apdha Sevilla
Más muertes de inmigrantes subsaharianos en las
alambradas de Melilla y Ceuta. Nos llegan las noticias sin nombres, como
si fueran nadie, como si alguien quisiera borrar su sangre. Todo
queda en números que sumados a las de vidas anónimas, hundidas en las
aguas del Estrecho y Canarias, van a quedar pronto en nuestro olvido.
Sin embargo son personas. Personas como nosotros, pero inocentes. Su
sangre inocente clama y desde las alambradas nos grita ¿ por qué ?
Nos dicen los medios de comunicación qué es lo que ocurrió y hasta cómo
ocurrieron los hechos, pero pocos se plantean el porqué. Es la gran
pregunta que todos deberíamos escuchar y a la que los responsables
deberían contestar. Nadie quiere responsabilizarse, pero hay
responsables y culpables.
No existía un ejército enemigo que viniera
armado para matar. Eran grupos de personas de distintos países
debilitadas por el hambre, rotas por la injusticia y sin otro
haber que la responsabilidad de la familia que dejaron y una
fuerte esperanza de llegar a un mundo en que se respetaran los derechos
humanos.
Sólo salieron de su país los mejor dotados y sólo uno de
cada tres, los más fuertes física y psíquicamente, fueron los que
después de varios meses o varios años llegaron a Marruecos. Traían las
manos abiertas y el ánimo encendido deseando trabajar. Además, les
habían robado la riqueza que les daba la vida y estaban en su derecho de
acudir a donde se la hubieran llevado. Sin embargo se les ha recibido
como a un ejército lanzado a la agresión o como a animales salvajes
dispuestos a atacar. Palizas, vejaciones de todo tipo, alambradas de
espinos y armas de fuego, cortaron toda esperanza.
La muerte de estos
inocentes sólo admite el calificativo de crimen. Como en otros crímenes,
la participación en el mismo puede darse de distinta manera. Puede
haber inductores, colaboradores y ejecutores
La fuerzas represoras
de los dos lados de las alambradas dicen haber actuado cumpliendo
órdenes. Los gobiernos de los que dependían las han respaldado diciendo
que se han ajustado a su cometido, aunque sabemos que además de matar
han hostigado, golpeado, insultado y pateado a los inmigrantes. Ninguna
detención ni investigación consta que se haya producido entre
guardias civiles o gendarmes marroquíes. No obstante, nadie puede negar
que hayan sido las fuerzas represoras de España y Marruecos las que han
ejecutado la violación de los derechos humanos de los
inmigrantes.
Los gobiernos de España y Marruecos están en el punto de
mira de los medios de comunicación, apuntando hacia ellos la suprema
responsabilidad. Por supuesto que no están libres de responsabilidad,
pero también ellos cumplen órdenes de más alto nivel. La Unión Europea
tiene dispuesto llevar a los países del norte de África el muro de
contención del flujo migratorio y que sean éstos los que asuman el
trabajo sucio que hasta ahora ha correspondido al sur de Europa. Por
supuesto, Marruecos no asume gratuitamente el papel de gendarme de
Europa y exige compensaciones generosas, algunas en detrimento de los
derechos del Pueblo Saharaui. La reciente Cumbre Hispano-Marroquí de
Sevilla no tenía otra finalidad que la de dar cumplimiento a los deberes
impuestos a ambos gobiernos desde Bruselas. El aumento de la represión
en Marruecos que ha ocasionado seis muertes más y la admisión de
los inmigrantes entregados por España para abandonarlos en el desierto,
son prueba de la eficacia del buen entendimiento en Sevilla.
Si
bien las responsabilidades principales apuntan más arriba de los
gobiernos español y marroquí, las que les corresponden son bien graves.
Duele pero es sabido que en Marruecos se atropellan los derechos humanos
por un gobierno sometido a una monarquía totalitaria. Sin embargo es
incomprensible e indignante que el Gobierno de España, incumpliendo las
leyes de su propio Estado, rechace a estas personas inocentes y débiles,
pasándolas de la alambrada y la muerte, a la entrega a un poder marroquí
que arrolla los derechos humanos sin escrúpulo alguno. Aunque quiera
soslayar su responsabilidad, nunca podrá dejar de ser cómplice de lo que
el Gobierno de Marruecos, haga sufrir a los subsaharianos
que intentaron acceder a Europa.
Tampoco es admisible que el Sr.
Presidente de Gobierno se repliegue en su impotencia. Los inmigrantes
están ahí y no debe mirar para otro lado. Debe exigir actuaciones en
Bruselas y en todas las instancias internacionales.
Aunque a Europa
le es cada día más necesaria la inmigración, ha decidido parapetarse
tras una muralla de contención que cierra especialmente el paso al
África Subsahariana. La Europa que empobreció a África con la
colonización y la neocolonización, está desarrollando una política de
rechazo y abandono de aquellos pueblos a los que debió haber devuelto
sus riquezas. En lugar de ello ha venido realizando una política
al dictado de los organismos internacionales que tienen su causa o
respaldo en las multinacionales europeas y estadounidenses. Los
políticos de la Unión Europea vienen cumpliendo perfectamente el papel
asignado por el neoliberalismo globalizador: orquestar todos lo
instrumentos del poder político para facilitar la concentración de
la riqueza y del poder económico en una minoría, a costa del
empobrecimiento de una mayoría. Esta política, tradicional en Europa, es
responsable de que África se ahogue en pobreza, enfermedades, conflictos
bélicos y corrupción. Toda persona tiene derecho a emigrar, pero también
toda persona tiene derecho a vivir dignamente en el país al que
pertenece. Si la política de la Unión Europea se hubiera
desarrollado teniendo como principio la justicia y como objetivo el bien
común de todas las personas, sin distinción de raza, país o condición
económica, no existiría el actual flujo migratorio, como tampoco
existirían en el Norte de África las alambradas y la gravísima
conculcación de derechos humanos. De las muertes de inmigrantes
subsaharianos, la Unión Europea es responsable y culpable por ser fiel
colaboradora de los grandes poderes económicos.
Es propio de los
grandes poderes económicos, mover los hilos de la suerte de los pueblos,
llevándola a una deriva incontrolable, sin que aparentemente se note. No
se hacen notar y la gente no se entera que es traía y llevada por su
fuerza. Operan desde la trastienda y cuentan con poderosos organismos
que mediatizan a los poderes políticos como: Banco Mundial, Fondo
Monetario Internacional, Organización Mundial del Comercio, Banco
Central Europeo, etc. En los análisis del fenómeno migratorio africano
pocos parecen responsabilizar a las empresas multinacionales y sólo
parece que, en general, se dé importancia a las medidas de los políticos
de turno y a las consecuencias que de las mismas se derivan.. Sin querer
ser simplistas admitimos que son múltiples las causas de la pobreza de
África. Sin embargo afirmamos que a pesar de su prolongado
empobrecimiento, África no es pobre. Son pobres los africanos mientras
sus riquezas están controladas y expoliadas por empresas
multinacionales, mayoritariamente europeas y estadounidenses.
Es cuestión de analizar país por país y comprobar qué empresas son
las que extraen y exportan materias primas, petróleo, madera, etc., las
que introducen semillas, abonos e insecticidas, las que provocan o
alimentan conflictos bélicos, las que fabrican y venden armas con las
que se matan y endeudan, y las que promueven la corrupción de los
gobernantes. En manos de estas multinacionales está la trágica realidad
de África. La globalización, en la reasignación de papeles destinados a
los distintos países, ha dejado al África Subsahariana, a excepción de
Sudáfrica, fuera de los objetivos del desarrollo. Ante este futuro las
multinacionales se dedican a extraer la riqueza para sin dificultad
alguna hacerla emigrar a donde mejor pueda multiplicarse. El resultado
es empobrecimiento y emigración de las personas. Los políticos mientras
tanto serán instrumentalizados para el mejor logro de los objetivos
económicos y se les obligará a tomar las medidas que interesen a la
cartera de las multinacionales. No importa que no estén ajustadas a ley,
justicia o respeto a los derechos humanos.
Ahí están los
responsables y culpables principales, causantes por inducción, de las
muertes de inmigrantes ocurridas en el tránsito de África a
Europa. Ahí está la respuesta al porqué del inmigrante desangrado junto
a la alambrada.
El caos producido por las multinacionales está
llevando a África hacia el genocidio. Hubo ocasión de considerarlo
en la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas. Gobernantes como
G. Bush, con carrera política pagada por multinacionales que
operan en África, hicieron fracasar todo intento de afrontar con
radicalidad el creciente problema de la pobreza.
Ahí tenemos a
los mayores responsables y culpables. Solo falta sacar su nombre. Lo
tienen.
Revista Mugak
Las imágenes eran demasiado fuertes para nuestros
estómagos. Esas personas apaleadas, con fracturas en manos y pies, con
el rostro desfigurado o hendiduras en el cráneo por la acción de las
pelotas de goma, que mostraban sus cuerpos con horrorosas rasgaduras
producto de las mortíferas cuchillas que coronan las vallas… nos
interpelaban directamente como responsables que somos de semejante
carnicería. Las imágenes eran demasiado fuertes para nuestra auto
presentación como campeones en la defensa de los Derechos Humanos,
Alianza de Civilizaciones incluida. Y todo ello realizado sobre gentes
que no respondían con violencia a esas agresiones, que sólo querían
saltar una valla para encontrar trabajo o dejar atrás una tierra asolada
por el hambre y las guerras.
Así que el gobierno español, jaleado en
esa dirección por partidos y medios de comunicación, ha encontrado la
solución: pagar al verdugo para que se encargue de ese mismo trabajo.
Porque ése es el papel de Marruecos en esta historia. Su desprecio a los
derechos humanos, su falta de garantías jurídicas, el racismo con que
tratan a las gentes subsaharianas (“los negros””), la triste fama que
tienen sus cuerpos de seguridad… todo ello es ampliamente conocido por
estar presente en cualquier crónica periodística, por no hablar de las
denuncias sistemáticas por parte de los organismos defensores de los
derechos humanos o las Ongs, que en los últimos meses han documentado,
por ejemplo, la expulsión de solicitantes de asilo, en teoría bajo la
protección de la ONU. Ha presionado a Marruecos para que se ponga manos
a la obra, a cambio de redondas sumas de euros provenientes de las arcas
españolas y europeas. Y Marruecos se ha puesto a la faena.
Una
fusilada en la valla de Ceuta segaba la vida de cinco personas y dejaba
malheridas a varias decenas. A continuación, diversas redadas realizadas
incluso en las ciudades de Rabat y Casablanca, acababan con la
expulsión, “manu militari”, de varios cientos de inmigrantes. La
novedad, en esta ocasión, era que además del destino habitual de Oujda,
en la frontera con Argelia otros muchos autobuses se dirigieron a la
frontera con Mauritania, en pleno desierto, donde al ser abandonados han
empezado a producirse las muertes, al parecer, varias decenas hasta el
momento. El desplazamiento de varios miles de militares del ejército
marroquí a las fronteras de Ceuta y Melilla también se hacía notar: seis
inmigrantes morían a balazos en Melilla y otros 14 resultaban
heridos.
Y el gobierno español, comenzaba a expulsar inmigrantes,
entregándolos a esos mismos cuerpos de “seguridad”, al conseguir activar
el acuerdo preexistente con el gobierno marroquí. Es evidente que las
consecuencias para esos cientos de personas van a ser, están siendo, más
trágicas todavía que esas imágenes que tan difícil se nos hacía digerir.
Pero bueno, ahora son otros los que se encargan de la carnicería. Ya
podemos dormir tranquilos.
Nuria Sepúlveda, Apdha Cádiz
Durante el fin de semana del 29 de septiembre al 2 de
octubre, se han celebrado en Larache las Jornadas organizadas por
Chabaka (red de las asociaciones del Norte de Marruecos para el
desarrollo y la solidaridad) y la Asociación Pro Derechos Humanos de
Andalucía sobre “Migración y Derechos Humanos”. Esto es una breve
crónica de los tres días que hemos pasado en compañía de los/as
compañeros/as del otro lado del estrecho, un breve apunte en el que he
tratado de reflejar más ideas, sentimientos e impresiones, tan
subjetivas como creo que compartidas por algunos/as de los que hemos
participado en este encuentro.
Llegábamos todos y todas con el
lastre de los tristes acontecimientos que tuvieron lugar esa misma
semana en Ceuta, acontecimientos que han servido como triste y
permanente evidencia de lo que los gobiernos, tanto de la UE como de
Marruecos, están dispuestos en torno al tema de la inmigración. Nada más
desembarcar en Tánger, el puerto de la hermosa ciudad nos mostraba a las
pandillas de chiquillos que mirando debajo de los camiones esperaban
encontrar entre sus ejes una forma de entrar en los barcos. Eran
cerca de las siete cuando llegamos a Larache, y allí otra imagen nos
esperaba y consolaba: muchos de nuestros/as compañeros/as de la AMDH, de
Pateras para la vida, de Licenciados en paro nos aguardaban en el lugar
del encuentro. Los saludos, las bienvenidas se multiplicaban, la alegría
de ver de nuevo a algunos/as, las presentaciones de otros/as, los
comentarios y los besos. El magnífico recibimiento nos hizo entender el
verdadero sentido de nuestro esfuerzo por llegar, nos sentimos
inmediatamente acogidos/as, esperanzados/as y con ganas de empezar a
dialogar y a plantear alternativas diferentes, a creer de nuevo que otro
mundo era posible, y que las sociedades, afortunadamente, nada tienen
que ver con sus gobiernos ni con los poderes económicos que los
controlan.
Ya todo estaba preparado para empezar. Las jornadas tenían
lugar en un amplio salón frente al mar, que nos dijeron servía para
celebrar bodas. Ese salón servía tanto para las mesas redondas y
talleres como las comidas, las canciones, los bailes y los encuentros
que de todo hubo. Había algo también que facilitó las cosas muchísimo:
la traducción simultánea. En anteriores encuentros no habíamos contado
con ella y me parece que ha sido todo un avance al no tener que esperar
a la traducción cada vez que alguno/a hablaba. Como digo, todo estaba
dispuesto para que a las siete y media tuviera lugar la mesa redonda
inaugural en la que representantes de asociaciones de ambos lados
del estrecho debatieran sobre el derecho a la inmigración en el contexto
del Mediterráneo. En ella se debatieron no sólo las causas sino, sobre
todo, las erróneas alternativas que hasta ahora se está dando a este
conflicto, en donde no hay un planteamiento humano, ni social sino
represivo. La política de cambio que debería estar basada en la
igualdad, la cooperación, la participación y el respeto mutuo, se basa
en cambio en la represión y en la impermeabilización.
Esa noche,
cansados/as como andábamos del viaje, nos fuimos pronto a dormir. Mañana
sería una jornada maratoniana.
El sábado por la mañana hubo tres
intervenciones: en la primera se habló sobre las leyes de inmigración de
Marruecos y el nuevo papel de gendarme de África que le ha asignado la
Unión Europea que por supuesto no está dispuesta a asumir la sociedad
civil. La segunda trató de las causas, consecuencias y horizontes de la
inmigración. También se habló de las políticas de la inmigración de la
UE que se han centrado en el rechazo del asilo, la lucha contra la
inmigración clandestina que promueve una política de expulsiones
conjunta y sobre todo la política de cierre de fronteras con el servicio
integrado de vigilancia exterior lo que provoca numerosos muertos. Todas
estas medidas se han tomado al margen de la sociedad civil (no ha habido
debate parlamentario) y tienen causas económicas (el papel que Europa ha
tomado en la inmigración) e ideológicas (Europa se enroca en sus
miedos). La tercera intervención ahondó sobre las políticas que la UE ha
tomado sobre inmigración desde su creación hasta la actualidad: los
diferentes tratados y acuerdos en los que se vislumbra la marcada
tendencia de la UE por externalizar los problemas de inmigración
haciendo que terceros países como Marruecos hagan el trabajo sucio a
cambio de ayuda al desarrollo.
Al final de la mañana, un grupo de
mujeres que reivindicaban una tierra comunal en su pueblote Beggara
expuso ante el pleno cómo habían sido encarceladas por la policía
marroquí durante un mes y humilladas por la única razón de defender lo
que era suyo. Era claramente un acto de denuncia. Aquellas mujeres que
abarrotaron de pronto la mesa larga de los ponentes no podían aguantar
el llanto relatando las humillaciones a las que habían sido sometidas.
En sus ojos se leía la incomprensión y la impotencia ante unas formas de
proceder absolutamente injustas e injustificadas. No sé porqué pude ver
en sus ojos la misma sensación de impotencia de los ojos de las personas
que intentando simplemente buscarse la vida son recibidos a tiros desde
el otro lado. ¿Dónde está la culpa, dónde la explicación?. Una de las
mujeres había subido a la mesa con un niño entre los brazos. Durante la
charla le dio de mamar. Me sentí enormemente enternecida por la imagen,
no sé por qué me hizo pensar en la esperanza y en la valentía que
significaban esas mujeres allí. Una de ellas venía en representación de
su hija que no había podido asistir ya que estaba embarazada y tenía que
guardar reposo tras la experiencia tan traumática que había tenido que
vivir. También esa madre me produjo la misma ternura y la misma
indignación ante su indefensión y su desafío a la vida. Lo único que
querían era lo que era suyo, una oportunidad para sobrevivir: lo mismo
que los que emigran.
Por la tarde y después de la comida se
desarrollaron talleres simultáneos en torno a tres temas:
- La
infancia en Marruecos y los menores inmigrantes.
- La familia,
la situación de la mujer y la inmigración. Mujeres marroquíes en
España.
- La situación de los subsaharianos en Marruecos y
propuestas de trabajo.
Después de terminados los talleres tuvo lugar
uno de los actos más emotivos de todas las jornadas. En torno a la Plaza
de España de Larache y portando pancartas en árabe y en español todos y
todas las participantes de las jornadas nos unimos en una concentración
de protesta en contra de las políticas de inmigración. “Las fronteras
cerradas matan” era uno de los lemas coreados que entre otros muchos
llenaron esa noche la plaza. En varios idiomas (el árabe, el español, el
francés) todos y todas decíamos lo mismo, mezclados exigíamos lo mismo.
El acto desarrollado fue de una gran calidez. Alguna de la gente de
Larache, que al principio nos miraba curiosa, se unió a nosotros/as
cuando dimos una vuelta a la plaza. Quizá fue este el acto en el que me
sentí más cerca de la gente que nos había recibido en la otra orilla.
Era consciente que esta vez, como casi siempre, habíamos cogido la misma
patera, la misma escalera para saltar la frontera, para llegar a
encontrarnos. Aunque no hubiera habido nada más que esa noche, nada más
que ese acto las jornadas hubieran tenido sentido, todo el sentido que
les puede dar la gente que ve las cosas de otra manera a como quieren
hacérnoslas ver.
Después de la cena, nos reunimos de nuevo en la
sala, se quitaron las mesas donde antes habíamos estado comiendo y otra
sorpresa nos esperaba: músicos de Larache, un grupo de niños cantando
juntos y canciones comunes como La tarara hicieron que nos moviéramos
todos de nuevo al mismo ritmo: el del baile. Tras el acto de la tarde,
el día no podía haber tenido mejor final. Algunos de los niños que
cantaron para nosotros eran hijos de las mujeres que esa misma mañana
nos habían contado su problema con la tierra.
El domingo por al
mañana después de que todos y todas hubiéramos dado un breve paseo por
Larache se inició el Plenario de conclusiones. En él se debatió una
propuesta de resolución sobre la que no me voy a extender porque todos y
todas la podéis leer ya.
Fue un debate interesante en el que salieron
muchas de las ideas que se habían discutido en las jornadas. En un
ambiente relajado se discutieron los nuevos pasos a seguir. Lo más
importante es que íbamos a seguir dando pasos juntos demostrando que las
cosas se pueden hacer de otra manera.
Las jornadas llegaban a su
fin. Esperando los autocares, nos fuimos despidiendo de los que se
quedaban Todo eran agradecimientos y deseos de buen viaje. Tras una
espera más que larga en el puerto de Tánger en la que volvimos a
comprobar que las fronteras, los puestos de control, los
documentos de salida y las esperas seguían existiendo, salimos al
estrecho. A nuestra llegada España me sorprendí pensando en la Plaza de
España de Larache, donde al final de la manifestación un chaval apenas
adolescente que había estado caminando a mi lado sosteniendo la
pancarta, cuando nos despedíamos me dijo: gracias. Lo único que pude
responder y así lo hice fue: A ti.
Asociación Pro Derechos Humanos de
España
Ante la Sentencia del Tribunal Constitucional en la
que admite la competencia d ela Audiencia Nacional para juzgar los casos
de genocidio en Guatemala, la Asociación Pro Derechos Humanos de España,
ha emitido el siguiente comunicado:
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La Asociación
Pro Derechos Humanos de España – APDHE, que ha formado parte de la
acusación en el procedimiento seguido ante la Audiencia Nacional de
España por delitos de genocidio, torturas, terrorismo, asesinato y
detención ilegal, perpetrados en Guatemala entre los años 1978 y 1986,
respecto de la sentencia de 26 de septiembre de 2005 del Tribunal
Constitucional Español, comunicada ayer a las partes, manifiesta lo
siguiente:
1. Su plena satisfacción y conformidad con la
referida sentencia que anula la del Tribunal Supremo y la de la
Audiencia Nacional que habían sido objeto de recurso, y ampara a las
víctimas de los graves genocidios y otros crímenes contra la humanidad
cometidos en Guatemala.
2. Destaca la instauración, de acuerdo
con el Derecho consuetudinario internacional, de un principio de
Justicia Universal absoluto, sin otro “vinculo de conexión” que el de la
naturaleza de los crímenes (los que ofenden a toda la Comunidad
Internacional) como el genocidio. En consecuencia, no es necesario
para la aplicación del principio de Jurisdicción Universal ni que el
presunto autor del delito se halle en territorio español, ni que las
víctimas sean de nacionalidad española, o cualquier otro punto de
conexión directo con intereses nacionales.
3. Resalta el
acogimiento del principio de concurrencia de jurisdicciones en
detrimento del principio de subsidiariedad.
4. Subraya que la
persecución y sanción de estos crímenes constituyen un compromiso y un
interés compartido de todos los Estados.
5. Y asume la
definición de la jurisdicción universal como la competencia de un Estado
para perseguir y, en caso de ser declarados culpables, castigar
presuntos delincuentes, independientemente del lugar de comisión del
delito y sin consideración de vínculo alguno de nacionalidad activa o
pasiva u otros criterios de jurisdicción reconocidos por la Ley
Internacional.
Madrid, 6 de octubre de 2005
CÁDIZ: Martes 11 de octubre, 19:00
horas
Concentración Plaza San Juan de Dios.
Convoca:
APDHA y todo colectivo que quiera unirse.
CAMPO DE GIBRALTAR: Martes 11 de octubre, 19:00
horas
Concentración: Plaza Alta. Manifestación hacia el
Consulado Marroquí. Convoca APDHA y Algeciras Acoge.
ALMERÍA: Jueves 13, 20:30
Concentración en
la PLaza del Educador, frente a Correos.
Convocan APDHA, Almería
Acoge y colectivos sociales